¡Hola!

Hoy les traemos una pregunta: ¿Alguna vez te has puesto a pensar en el papel que cumplen los tiempos verbales en tu texto?

Una vez que empezamos a escribir, nuestros dedos vuelan por el teclado sin darnos cuenta, nuestra mente ve las imágenes que intentamos retratar y en lo que menos pensamos es en los pobres tiempos verbales. Aunque esto es entendible e incluso normal, debemos tener en cuenta que un relato no es solamente lo que se cuenta, sino también cómo se cuenta; y en esto el (buen) uso de los tiempos al conjugar los verbos es esencial, ya que dependiendo de cómo los uses e incluso los juegos que puedas hacer con ellos, crearás diferentes sensaciones en el lector.

Bueno, pero ¿qué son? ¿para qué sirven? ¿con qué se comen? A muy groso modo, los Tiempos verbales lo que hacen es situar la acción (o el verbo) en un TIEMPO determinado, que puede ser presente, pasado o futuro, así mismo, estos pueden ser simples o compuestos.

El verbo también informa sobre el desarrollo de la acción y puede ser de dos tipos: Perfecto: presenta la acción terminada e Imperfecto: muestra la acción sin terminar, mientras esta transcurre. Nos encantaría enseñarte como se conjuga cada uno de los mil y un verbos en cada uno de los mil y un tiempos verbales, pero lamentablemente no somos profesoras de lengua. Sin embargo, si te interesa, aquí la Rae estará encantada de explicarte de una manera más detallada…  

En la narración los tiempos verbales, además de su función original, nos sirven para dotar al escrito de matices, incluso pueden usarse como recurso literario, claro que esto es para autores experimentados, algo así como “no lo intente en casa” Los tiempos verbales no trabajan por sí solos, sino que vienen acompañados de quien habla (primera, segunda o tercera persona) ya que, durante un escrito, necesitamos tanto comentar lo que sucede, como contar una anécdota, describir pensamientos, sensaciones etc. Para esto, los tiempos más usados son el presente y el pasado/pretérito y a continuación te dejamos unos tips que pueden ayudarte a escoger el tiempo que más te convenga.

“Hay una realidad. Los tiempos verbales en la narración refieren a un mundo narrado, por un lado, y a un mundo comentado por el otro. Los tiempos del pretérito se utilizan para el primero y los del presente, para el segundo.”  Analía Hernández

 NARRACIÓN EN PRESENTE, TAMBIÉN LLAMADA SIMULTÁNEA. Puede que sea la más sencilla, esta indica que la acción se realiza en el mismo momento en que se expresa. Ejemplo: *Los ejemplos que pondremos a continuación serán en primera persona, ya hablaremos en otra ocasión con más detalle de eso*

“Estoy tumbada en la silla de la habitación con espejos. Cuando inclino la cabeza hacia atrás, veo a Tori detrás de mí. Ella aprieta los labios y se saca los electrodos de la cabeza.”

         Divergente por Veronica Roth

 Narrar en Presente:

  • Sensación de cercanía entre el lector y el narrador. Cuando lees en presente llegas a tener la impresión de que todavía cualquier cosa puede suceder y que no hay un final escrito.
  • Intensifica las emociones: El lector puede identificarse con el narrador y los protagonistas más fácilmente.
  • Es menos flexible: Narrar en tiempo presente puede llegar a ser más complicado puesto que los cambios en los tiempos se perciben de forma más brusca.
  • Es más difícil de elaborar: Es por eso que es recomendado más para obras de constante acción o cuyos hechos sucedan en un margen de tiempo corto.

Últimamente vemos muchas narraciones en presente en las novelas juveniles, esto se debe a que al narrar en presente hay menos pausas en descripciones a detalle y, por lo tanto, la lectura puede resultar más ligera.

NARRACIÓN EN PASADO, TAMBIÉN LLAMADA ULTERIOR. Esta narración es un poco más compleja, pues hay varias formas de expresar que la acción fue realizada en el pasado. Una es a través del Pretérito Perfecto Simple: Este indica que la acción se realizó en el pasado, en un momento determinado del tiempo, y que ya concluyó. Ejemplo:

Cuando desperté por la mañana, me dije que tenía que hacer más ejercicio y comencé en el acto. Practiqué varias flexiones.

Pregúntale al polvo, por John Fante.

Otra forma es a través del Pretérito Imperfecto: Este expresa que la acción se realizó en un tiempo no determinado. Aporta información complementaria y se emplea también en las descripciones. Ejemplo:

Odiaba lo que traía puesto, mi ropa era tan ligera que el frío se colaba por mi piel erizándola por completo.”

         Se solicita novio urgente por Lia Belikov

Narrar en Pasado:

  • Es el tiempo al que las personas estamos más acostumbradas: Debido a que siempre que contamos una anécdota o cualquier otra narración oral, se hace en pasado.
  • Más fácil de escribir: Por la misma costumbre resulta un poco más natural.
  • Suele ser más monótono: Al ser más común, la narración no suele causar impacto a corto plazo.

 La encontramos en un montón de libros: Harry Potter, El señor de los anillos, La guerra y la paz, Se solicita novio urgente, Pandemia y muchos más.

En nuestro día a día como correctoras solemos encontrarnos (con mucha frecuencia) escritos que empiezan narrando en pasado pero que en algún momento indefinido pasan a estar en el presente (y viceversa) dejándote sin saber en qué momento su protagonista viajó en el tiempo. Y hay otros casos, más especiales, donde al parecer los verbos no se pueden decidir en qué tiempo quieren que suceda la acción, puesto que cada uno está conjugado en un tiempo verbal distinto y muy seguramente nada acorde con lo que se está intentando contar, quitándole toda la coherencia al texto.

Esto nos demuestra lo común que es este problema, sin embargo, es un tema de corrección. No queremos que te preocupes por los tiempos mientras la creatividad viene a ti, lo verdaderamente importante es la espontaneidad, después, la literatura viene con la práctica y la revisión. Mientras estés escribiendo, pues eso, escribe. Después, siempre habrá tiempo para pulir. Entendemos que nuestro querido idioma tiende a ser un poco confuso, nosotras mismas también nos confundimos a veces (hay que ver la cantidad de pretéritos, por dios) pero es necesario que antes de dejar que cualquier mortal lea tu escrito te asegures de revisar que por lo menos, los tiempos sean entendibles, que sientas que funcionan para la historia que estás contando y que tú te sientas en comodidad con ellos.  

       Lilyth

Jefa de Ayuda EF

Sector Ayuda EF.